Por ponernos en situación rápido, el bootstrapping es emprender con los recursos propios que uno tiene a su alcance, es decir, sin financiación externa.
Con la intención de comprenderlo rápido, podemos decir que es la mezcla de “Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como” con “estoy más solo que la una”.
Vamos a intentar ver todas las posibilidades del bootstrapping y tratar de destacar las consecuencias de esta forma de emprender.
El bootstrapping a veces es una opción elegida por el emprendedor, pero muchas veces es la vía de escape que encontramos cuando no hemos sido capaces de tener rondas de financiación exitosas.
¿QUÉ BENEFICIOS TE OFRECE EL BOOTSTRAPPING?
-
Estimula la creatividad y el progreso.
Tienes poco capital, pocos recursos y esto te hace buscar siempre soluciones creativas, imaginativas y sobre todo baratas. Las empresas que han conseguido fondos tienden a solventar los problemas comprando tecnología o soluciones de terceros. Este hecho permite a las startups que han levantado capital crecer más rápido, pero a veces la carrera es muy corta ya que la capacidad creativa del equipo se ve coartada.
-
Permite desarrollar un negocio a tu imagen y semejanza.
Mi visión del emprendimiento siempre me ha hecho pensar que lo más importante de una startup es el equipo, o en su defecto el ideólogo de la aventura. En cuanto empiezas a estar influenciado por terceros no alineados con la idea original hace que se desvirtúe el desarrollo y se pierda la personalidad. Esto no ocurre siempre, pero si te puedes permitir vivir sin inversión, es una pena poner en riesgo la personalidad del proyecto.
-
Controla tu propio destino.
Como emprendedor es un lujo poder tomar decisiones societarias y estratégicas sin verse presionado por los socios financieros que se ven condicionados por la necesidad de acelerar la obtención de la rentabilidad. Si el proyecto funciona aprovecha
-
Cuidas mucho más a los clientes, usuarios, seguidores, etc.
Como no tienes capital que entre a la compañía, tu financiador es el flujo de negocio. Los que inyectan dinero, cash flow, son los clientes que están dispuestos a pagar por obtener nuestros productos o servicios. O los cuidas o se cierra el grifo. Parafraseando el manido mantra financiero “Cash is the King”, sabemos que habrá que cuidar esta fuente de financiación, no solo porque nos permita funcionar, sino porque es la mejor validación posible. La startup está validada por los clientes.
-
Buscas las líneas de negocio que te aportan verdadero valor.
Allá donde empiezas a sentir el aporte de valor, allá que vas a optimizarlo. No te puedes permitir el lujo de alimentar líneas de negocio que no dan valor a la empresa, aunque esperes que lo pueda tener en el futuro. Tienes pocos recursos y hay que elegir muy bien donde asignarlos.
-
Buscarás trabajadores afines a tus valores.
Te importará mucho que las personas con las que vas a realizar este viaje compartan valores y motivación. Es decir, buscarás personas que realmente aporten valor y, para ello, hay que encontrar un equipo altamente motivado, alineado y preparado.
Lo que si es importante remarcar, y que a veces las modas hacen confundir a muchos emprendedores, es que ni todas las empresas pueden desarrollarse vía bootstrapping, ni todas las startups necesitan inversores financieros. Cada proyecto, fase o mercado pide una manera de gestionar y de financiar.
Desde Dropscore, te recomendamos que si ésta es tu forma de financiación, comiences a medir desde el minuto uno ya que será la clave para en un futuro poder encontrar al inversor perfecto. En un post pasado ya hablamos sobre algunas métricas para startups que impresionarán a los inversores.